viernes, 8 de marzo de 2013

LA GRANADA ,TORRENTE DE SALUD




Su piel de color escarlata encierra una gran variedad de componentes beneficiosos para el correcto funcionamiento del organismo.

"La granada es rica en potasio y aporta cantidades considerables de magnesio, fósforo y hierro. Contiene vitamina C, B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y niacina. Los azúcares mayoritarios son la glucosa y la fructosa, mientras que los ácidos orgánicos predominantes son el cítrico y el málico", señala Ángel Carbonell Barrachina, catedrático del departamento de Tecnología Agroalimentaria de la Universidad Miguel Hernández de Alicante.

Pero los compuestos con mayor interés nutricional y funcional presentes en la granada son los polifenoles. Su contenido en este fruto "es superior al de productos tan ricos en antioxidantes como los arándanos, el vino o el té verde", asegura el experto.



El catedrático explica que entre los polifenoles de la granada destacan los antocianos, responsables de su color rojo intenso, y los elagitaninos. A este grupo pertenecen las punicalaginas, las principales responsables de la "elevada capacidad antioxidante" de esta fruta y de sus productos derivados.

Carbonell asegura que una dieta sana, equilibrada y rica en polifenoles puede aportar grandes resultados si se acompaña de una vida saludable. Según indica, hay pocos estudios clínicos que demuestren rotundamente los efectos favorables de la granada sobre la salud, pero los trabajos disponibles revelan numerosos beneficios.

Entre los beneficios que aporta la granada, el experto resalta una mejor salud bucal y cutánea debido a las propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y antienvejecimiento de esta fruta y una mejor salud cardiovascular por su elevado contenido en antioxidantes.

Además, algunos estudios señalan que el zumo de granada puede tener resultados positivos sobre la calidad del esperma y la disfunción eréctil, apunta.

Pero merecen una mención especial las posibles propiedades antitumorales de la granada. Estudios clínicos recientes señalan que los compuestos bioactivos de la granada "son un tratamiento preventivo muy interesante para determinados tipos de cáncer, sobre todo el de colon y el de próstata", comenta Carbonell.

No obstante, el profesor matiza que los compuestos que ejercen dicho efecto no son los que están presentes en la fruta, sino los que se generan en el organismo tras la metabolización de las punicalaginas y del ácido elágico.

Por otra parte, Vanessa Quintao Marques, nutricionista del Hospital Universitario Quirón de Madrid, comenta que a esta fruta se le asignan efectos favorables para aliviar el asma, la fiebre y las enfermedades cardiovasculares. Además, evita la retención de líquidos , ayuda a combatir la hipertensión, la anemia ferropénica, la arteriosclerosis, el exceso de ácido úrico y los parásitos intestinales.

La granada "ha mostrado varios beneficios en el proceso de digestión ya que es astringente y puede ayudar en problemas de flatulencia, cólicos y diarrea", precisa Quintao. Sin embargo, la nutricionista afirma que, aunque la granada se utiliza en muchas afecciones, hasta el momento no hay suficiente evidencia científica para poder evaluar su eficacia plenamente.

Baja en calorías

Ángel Carbonell aclara que este fruto está compuesto por agua en un 80%, contiene un 15% de azucares y un 3% de fibra.

Por su parte, Vanessa Quintao explica que la granada tiene unas 65 calorías por cada cien gramos. Así, debido a su bajo contenido calórico, su poder diurético y su aporte de fibra, se recomienda incluso en dietas de adelgazamiento. De este modo, "garantizamos un aporte vitamínico bastante completo en forma de alimento bajo en calorías", subraya.

La nutricionista precisa que la granada puede formar parte de un buen número de platos. "Se puede comer al natural en macedonias de fruta, zumos y ensaladas variadas, puede incluirse en salsas para acompañar asados de carne y también puede tomarse con nata, vino o incluso en postres dulces", describe.

Un batido de granada con yogur, una ensalada de salmón, escarola y granadas o una crema de melocotón y granadas tostadas son algunas de las recetas que sugieren los productores de granada en el sitio web "campodeelche.com".

En las regiones del norte, su estación de crecimiento va de septiembre a enero, mientras que en el hemisferio sur la temporada de la granada se extiende desde marzo hasta mayo.

Para consumir una granada en óptimas condiciones hay que fijarse en una serie de características. "Debe estar exenta de daños, como rajas o manchas marrones, tiene que ser firme, de color rojo intenso y de piel fresca", precisa Ángel Carbonell.

El especialista advierte de que podemos encontrar en los mercados granadas con una piel muy seca, acartonada y con manchas marronáceas, lo que significa que han estado almacenadas en cámaras frigoríficas durante un largo periodo de tiempo.

Propiedades antienvejecimiento

Para aprovechar este potencial, el experto recomienda elaborar zumos de la fruta con su piel interna, aunque estos serán muy amargos, pero es ahí donde reside el mayor poder antioxidante de esta fruta. En palabras de Carbonell, la capacidad antioxidante de la piel es entre diez y cien veces mayor que la de los granos comestibles de la granada.

"Otra posibilidad es preparar extractos de piel para añadirlos a productos de consumo habitual como zumos o pan, entre otros. Además, se pueden preparar píldoras de piel de granada seca y tomarlas a modo de suplemento alimenticio", afirma.

Las cápsulas de piel de granada seca son uno de los productos elaborados con esta fruta que se pueden encontrar en el mercado, además de helados con sabor a granada, néctares, mermeladas, licores, vino de granada, granos deshidratados o, el cada vez más conocido, zumo de granada.

Pero, además de en los alimentos, la granada también está presente en productos cosméticos como geles o cremas.

En este sentido, Carbonell expresa que "los compuestos antioxidantes de la granada ralentizan el proceso de envejecimiento de la piel, pues son capaces de disminuir el estrés oxidativo de las células cutáneas", aunque matiza que el mecanismo de acción todavía no está claro.

Además, manifiesta que el aceite de la semilla de la granada tiene una acción protectora sobre las radiaciones solares de tipo UVB.

Con sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antienvejecimiento, la granada es una gran aliada de la salud, pero también de la belleza.


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